España, en la actualidad, mantiene luchas políticas por la retirada de crucifijos en las aulas, el absentismo escolar, la obligatoriedad de la enseñanza hasta la mayoría de edad y un largo etcétera. Sin embargo, tanto el Sáhara como otros países subdesarrollados luchan día a día por instalar unas infraestructuras adecuadas en sus países para crear un férreo sistema educativo que pueda servir, en un futuro, para cambiar las circunstancias políticas en las que están sumidos –como es el caso del Sáhara- y para que descienda la tasa de analfabetismo.
En este pueblo se ha de tener en cuenta la situación de exilio, los problemas de delimitación del territorio nacional y de la población y la inexistencia de los elementos propios de un Estado, como indica Agustín Velloso (profesor de la Educación de la UNED en Madrid). Hay que añadir que los saharauis de la República Árabe Saharaui Democrática –RASD- viven en campamentos de refugiados situados en el desierto, soportando condiciones extremas. Por lo tanto, no se pueden separar los fines de la educación de los fines de supervivencia y el logro de la independencia de la RASD, sentencia Velloso. (http://www.nodo50.org/csca/agenda05/misc/sahara-velloso_15-04-05.html)
La falta de libros de texto y material escolar –necesarios para una buena alfabetización-, la precariedad de las instalaciones escolares, inadecuadas al clima desértico, y la formación no apta del profesorado son problemas que afectan al pleno desarrollo del sistema educativo del pueblo saharaui. Todo ello se une a los graves inconvenientes políticos mencionados anteriormente. A pesar de estas trabas, la RASD ha conseguido en los últimos años la escolarización del cien por cien de la población en edad escolar, sin discriminación de sexo o raza.
Mientras que en España la mayor época consumista del año ya está entre nosotros, en el Sáhara basta con tener un lugar donde vivir y otro donde poder estudiar. Nada saben de consolas, videojuegos, ordenadores o Internet. Se conforman con poder estar al lado de otros niños y aprender. Sólo necesitan la voz y la imaginación para comunicarse y jugar con los otros.
Así reza el pie de foto que tiene de título ‘Adaptarse al terreno’: Un equipo pedagógico de maestros españoles ha generado materiales didácticos adaptados a la realidad social de la enseñanza en los campamentos.
Nada tiene que ver la foto con el pie de foto. Éste nos habla de algo que la foto no refleja. Aunque también puede complementar la foto, que nos enseña los niños saharauis y el lugar donde dan clases.
La función de esta composición es informativa, ya que resalta varios centros de interés para dirigir la atención del ‘lector’ a varios grupos de niños.
A simple vista la imagen puede parecer de muchos lugares, una vez empiezas a analizar percibes los pañuelos en la cabeza de los niños, lo que te lleva a acotar ciertos países. En este caso, el pie de foto te aclara el lugar de donde procede.
En este pueblo se ha de tener en cuenta la situación de exilio, los problemas de delimitación del territorio nacional y de la población y la inexistencia de los elementos propios de un Estado, como indica Agustín Velloso (profesor de la Educación de la UNED en Madrid). Hay que añadir que los saharauis de la República Árabe Saharaui Democrática –RASD- viven en campamentos de refugiados situados en el desierto, soportando condiciones extremas. Por lo tanto, no se pueden separar los fines de la educación de los fines de supervivencia y el logro de la independencia de la RASD, sentencia Velloso. (http://www.nodo50.org/csca/agenda05/misc/sahara-velloso_15-04-05.html)
La falta de libros de texto y material escolar –necesarios para una buena alfabetización-, la precariedad de las instalaciones escolares, inadecuadas al clima desértico, y la formación no apta del profesorado son problemas que afectan al pleno desarrollo del sistema educativo del pueblo saharaui. Todo ello se une a los graves inconvenientes políticos mencionados anteriormente. A pesar de estas trabas, la RASD ha conseguido en los últimos años la escolarización del cien por cien de la población en edad escolar, sin discriminación de sexo o raza.
Mientras que en España la mayor época consumista del año ya está entre nosotros, en el Sáhara basta con tener un lugar donde vivir y otro donde poder estudiar. Nada saben de consolas, videojuegos, ordenadores o Internet. Se conforman con poder estar al lado de otros niños y aprender. Sólo necesitan la voz y la imaginación para comunicarse y jugar con los otros.
Así reza el pie de foto que tiene de título ‘Adaptarse al terreno’: Un equipo pedagógico de maestros españoles ha generado materiales didácticos adaptados a la realidad social de la enseñanza en los campamentos.
Nada tiene que ver la foto con el pie de foto. Éste nos habla de algo que la foto no refleja. Aunque también puede complementar la foto, que nos enseña los niños saharauis y el lugar donde dan clases.
La función de esta composición es informativa, ya que resalta varios centros de interés para dirigir la atención del ‘lector’ a varios grupos de niños.
A simple vista la imagen puede parecer de muchos lugares, una vez empiezas a analizar percibes los pañuelos en la cabeza de los niños, lo que te lleva a acotar ciertos países. En este caso, el pie de foto te aclara el lugar de donde procede.
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